miércoles, 9 de diciembre de 2009

Iluminar


Cierra los ojos, inspira hondo, cree en ti, cree en mi, lucha, luchemos, abre la ventana, deja que entre la luz, deja que nos ilumine...
¡Bésame!
¡Acariciame!
¡Abrázame!
Huele mis besos y siente la salitre.
Deja que la luz ilumine tu cordura y la convierta en locura, porque no hay más cuerdo que el que no cree en la cordura.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Destruir


Para Vicente Aleixandre el amor era igual a la destrucción.
Esto choca.
Impacta.
Impresiona.
Nos hace reflexionar,
Pero tiene razón...
Porque para Vicente Aleixandre la destrucción, tiene otro significado.
Para Vicente Aleixandre el amor es la destrucción de dos cuerpos y la reconstrucción de los pedazos en uno solo, llegando a la fusión de ambos individuos.

Desear


En estos últimos años la Navidad se ha vuelto cada vez más consumista. Se empieza a vender antes con el único objetivo de vender más. Desde octubre ya empiezan a bombardear las televisiones con anuncios recordandote que tan solo quedan tres meses para la Navidad.
Para mi, la Navidad es la misma siempre y sigo cada año esperandola con más y más ilusión.
Me emociono cada año cuando ponemos el Belén con sus pastores, los reyes magos, el establo, los animalitos, las luces... Poco a poco el ambiente se va cargando de ilusión. Empiezan a llegar familiares y llegan las risas, los abrazos y los buenos momentos que siempre te dejan un dulce sabor de boca.
Llega Nochebuena y empezamos con las comidas familiares en las que las horas y horas de charla fluyen y fluyen hasta muy entrada la noche.
Se va acercando el fin de año y es tiempo de reflexión, mirar a trás y mirar hacia delante... Miles de buenos y malos momentos, miles de preguntas, de miedos, de soluciones y de sueños... Sobre todo eso: Sueños. La ilusión nos llena y por fín nos hace sonreir.
Villancicos, familia, amigos, tiempo para descansar, frío fuera y calor dentro, luces, árboles, pero sobre todo lo que me gusta de la Navidad es que parece que por unos pocos días en el año esa ilusión está latente en casi todos, destacan las sonrisas y los sinceros abrazos... ah, por no olvidarnos de las inocentes miradas de los niños.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Fluir


El amor no es ni más, ni menos que el flujo del agua.
Porque el amor es como el agua, forma una parte muy importante de nuestras vidas y siempre está ahí.
El agua puede congelarse, fragmentándose e hiriéndonos poco a poco por dentro.
También puede derretirse, curando "las destrozadas tierras" que nos componen.
Puede fluir lento o como un torrente, llegando incluso a formarse tsunamis en nuestro interior. Tsunamis que chocan con nuestra piel, luchando por salir, teniendo en su propio fin el mayor de los goces.
Por que el amor es eso, agua que se congela y descongela en nuestro interior.