miércoles, 9 de marzo de 2011

Punto de inflexión


En matemáticas un punto de inflexión es un punto donde los valores de x, de una función continua, pasa de un tipo de concavidad a otro. Sin embargo, la vida está llena de puntos de inflexión.
Por unos motivos o por otros la vida cambia de sentido, es inestable. Cambia, varia y tú, tienes que cambiar con ella.
A veces los cambios nos llevan a máximos, de los que jamás desearíamos bajar o a mínimos en los que nunca siquiera llegamos a imaginar que nos pudiéramos estancar. A veces alcanzamos el cielo y otras veces caemos en picado hasta dar de bruces.
El punto de inflexión puede venir dado por la suerte, por cambios en nuestro entorno o por la aparición de ciertas personas en nuestra vida.
La vida cambia, gira y nos vuelve locos. Locos de felicidad, locos de incertidumbre, locos de pena, locos de atar.
Sin embargo, muchas veces no sabemos cual fue ese punto de inflexión que cambió nuestro rumbo cuando estábamos a punto de alcanzar ese máximo, ni sabemos como hallar ese punto de inflexión que nos devuelva el rumbo, el camino hacia la meta.
Y entre punto y punto nos perdemos.
Los valores en "y" se vuelven estables para todo valor en "x", y sin saber cómo salir de esa apatía, de esa estabilidad negativa incontrolada, la función decrece camino de un mínimo.
Hasta que recobramos la cordura.
Caemos en la cuenta.
Los puntos de inflexión no siempre pueden ser controlados, eso es cierto. Muchas veces bien determinados por el azar o las circunstancias, sin embargo nuestras acciones también tienen peso. Tienen peso y fuerza. Y sin quererlo nos damos cuenta de que muchas veces ese punto de inflexión que tanto buscamos para que la función cambie el rumbo hacia la meta, hacia un punto más feliz en el que sentirnos realizados y capaces reside dentro de nosotros.
Nosotros somos el punto de inflexión.

M.B.R.


1 comentario: