miércoles, 2 de diciembre de 2009

Fluir


El amor no es ni más, ni menos que el flujo del agua.
Porque el amor es como el agua, forma una parte muy importante de nuestras vidas y siempre está ahí.
El agua puede congelarse, fragmentándose e hiriéndonos poco a poco por dentro.
También puede derretirse, curando "las destrozadas tierras" que nos componen.
Puede fluir lento o como un torrente, llegando incluso a formarse tsunamis en nuestro interior. Tsunamis que chocan con nuestra piel, luchando por salir, teniendo en su propio fin el mayor de los goces.
Por que el amor es eso, agua que se congela y descongela en nuestro interior.

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